sábado, 31 de julio de 2010

Los nazis sobreviven vendiendo drogaarghghgh


En el penúltimo número del ESKUPE AL ALKALDE, el bueno de Teo hablaba de lo diferente que era todo en el hardcore punk de los años 90 en el estado español, y usaba a modo de ejemplo a sus queridos Lágrimas Y Rabia, supongo que teniendo en cuenta lo incomprendidos e inaceptables que serían para una joven escena acostumbrada a un circo constante de re-ediciones y descargas por internet, así como información de todo tipo sobre los grupos clásicos, y las copias impecables que salen en la actualidad. El caso es que hace años, las cosas eran un poco más difíciles, y si bien hoy en día cualquier grupo de chavales tiene a su alcance los medios y conocimientos para fusilar a la perfección las pintas, sonido, y pose de Antidote o Bomb Anfall, de aquella se hacía lo que se podía, y se conseguía lo que se podía. Ni que decir tiene que esto en el estado español tuvo unos resultados casi siempre desastrosos (el ibérico modo de hacer las cosas, y tal..), pero salieron unas cuantas perlas de ruido hecho desde el corazón, sin uniformes ni pintazas, pero con un espíritu que muchos grupos de hoy en día llevan buscando en eBay un tiempo. El disco del que voy a hablar ahora es muy importante para mí también porque se grabó a 50 metros de donde vivía de aquella, me reventó la cabeza y el corazón cuando lo escuché a los 14 años, y no consiento que nadie diga que es una mierda.

Strangis Guajes se formaron en Gijón a principios de los 90, con el nombre de Birrhouts Vomits, y haciendo noisecore del que tan en boga estaba de aquella (en la onda de otros proyectos locales como Chamburkill: El Yogur Vengador o P.T.T. -Puro Terror Terrorífico). Con el tiempo y los pertinentes cambios de formación, la cosa se consolidó como algo serio y empezaron a facturar lo que ellos mismos definían como “una mezcla de NYHC con crust salvaje” (eso decía en un número de Fifi, el boletín que editaba de aquella el Vort'N Vis belga), y así era: el grupo estaba enamorado de cosas como Cro Mags, Sheer Terror o Raw Deal/Killing Time, pero también de Doom, Hiatus, Health Hazard, Born Against o Citizens Arrest. ¿Sonaba realmente a eso? Bueeeeno...por lo menos podemos decir que no sonaba a Puagh!! o como otros esperpentos del DIY patrio de la época que intentaban emular alguna de esas influencias, y que pese a tener un miembro en común y el ojo bien puesto en Intolerance, que de aquella ya eran héroes locales, han envejecido bastante mejor que el LP de estos, con todos esos toques 'creativos' y 'originales'. Y además, está el sonido con el que esta grabado este disco, ¡qué sonido amigos! He oído a ex-miembros del grupo abominar de este 7”, alegando sobre todo el tema de su inexistente ‘producción’ como motivo principal. Error absoluto. ¿Alguien me puede decir qué bien les habría hecho a Wretched que los grabara Don Fury? Pues eso. Este disco fue grabado con un 8 pistas en el local de ensayo, y suena un poco a chicharra, pero yo no lo cambiaría por nada: guitarras motosierra, batería primaria a mas no poder con ese encantador sonido a caja de galletas que tan bien supieron utilizar Straight Ahead, y una carismática voz de cantar con los dientes apretados.

Del diseño y presentación de este disco sí que no diré nada más que esto: es un puto desastre. La portada, contraportada, y libreto tienen un pase, con ese recorta-y-pega muy en la onda, claro, del fanzine Antipoder, pero el sello que lo editó, aparte de hacer una chapuza cojonuda en la fase de pre-impresión, añadió una solapa interior llena de símbolos jilloslibertarios que más que de un grupo de fans de Youth Of Today (a los que versioneaban en directo, por cierto), parece de Alloraralaiglesia. Las letras en cambio, eran una pasada. En este sentido la influencia de los soporíferos Active Minds es palpable, y pese a que en los fanzines patrios de la época se empeñaban en acercarlos a Intolerance en este aspecto, son letras mucho más directas y sencillas que las de estos, listas para que la clase de tarados mentales adolescentes que nutren las filas del hardcore de verdad las asimilen en lo que tardan en aparearse unos chimpancés. 'Sentido Común', que abre el disco con ruido gratuito de guitarra (en la onda de 'who are you' de Void) trata el auge del neo-nazismo, sus multiples caras, la complicidad/pasividad social al respecto, y la hipocresía de los propios nazis, con uno de los trucazos verbales más extremos que dio el hardcore en este maldito país hasta que aparecieron Crimen De Estado: '''Solo vienen a delinquir' y los nazis sobreviven vendiendo droga". 'Mi libre decisión' versa sobre el proceso de auto-análisis, des-educación, y re-estructuración interna que todo el mundo debería realizar de forma periódica (como cambiar el Polil del armario), de como esto forma parte de un proceso mayor de cambio de mentalidad global y como puede chocar con el mundo real. Todo ello con parte mosh incluida. Oro puro, chavales. 'Quien sino tú' y 'Nada esta perdido' exploran los mismos temas, cuestionar, cuestionar, cuestionar, para poder reconstruirse y plantar cara a todos esos que aún siguen siendo ovejas. El lector podrá imaginarse lo que rockea escuchar y leer esto en plena adolescencia inadaptada (o eso espero, mal vamos si no). En esta última, por cierto, es donde la grabación amateur más se hace notar, con unos coros un poco deficientes (en el más amplio sentido de la palabra). Pero por lo demás, todo en orden: guitarras ruidosas y caóticas, partes mosh, partes rapidísimas apuntando a Infest, dientes apretados, y cachondeo de edificios grises y reconversión industrial en general...'Coherencia' es el clímax y cierre del disco, y por eso, supongo, empieza con una intro épica como de concierto de Status Quo, y tiene una letra tan de puta madre, que me sé de carrerilla. Y que además, me suele venir a la cabeza cada vez que voy a un concierto de hardcore en la Ciutat Podrida, pero que no voy a reproducir para que tengais un aliciente más para buscar este disco, cosa que por otra parte no es nada difícil.

Habría que aclarar, eso sí, que el que escribió la letra era vegano, que los años y el paso del tiempo y las tendencias nos obligarían a sustituir 'MTV' por ‘Pitchfork’, que de aquella la escena no era un circo retro y la gente sí renegaba del punk y del metal, y que, en efecto, las hondas preocupaciones político-sociales que ocupaban al hardcore en la época se explicaban en unos términos un tanto ingenuos y de pataleta escolar, y que ahora a veces puede dar un poco de reparo leer, pero bueno, al fín y al cabo tenían razón.

No importa qué fue de Strangis Guajes una vez separados, y además, si estáis interesados no os costará demasiado averiguarlo, solo os aviso: en el 2020 se volverá a poner de moda España en el Maximumrocknroll, y este disco será una golosina cotizada. Lo leísteis aquí primero.